Crónica de Fiestas 2008

Las Fiestas de Caudete tienen para todos momentos de especial emotividad. Son imborrables la cantidad de recuerdos que se amontonan en ellas y que se viven un año tras otro, aunque con sensaciones diversas.

        Se nos entrecruzan los recuerdos de muchas fiestas vividas, se aproximan a los primeros planos las vivencias más entrañables y nos predisponen a ser protagonistas de una nueva película que se nos ofrece con los mejores alicientes, porque aunque en el fondo todas las fiestas sean iguales, en realidad son distintas, si bien, esto podría justificarse porque los distintos somos nosotros, o porque nos faltan personas que ya no están. Así que, bienvenida la fiesta con toda la luminosidad de las ilusiones a punto de comenzar.       

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Domingo 27 de enero. Pedida de la Dama. Siendo las 5 de la tarde, la directiva de la Comparsa de Mirenos junto con la Concejala de Fiestas, marchó a la C/ Deán Martinez  (local de los Caracolillos) donde aguardaba la Capitanía en pleno de 2008 muy bien acompañadas de sus respectivas familias y por la Capitanía de 2007, todo ello en un ambiente agradable y distendido. El Capitán, en todo momento muy bromista se lo pasó en grande contagiándonos a todos su buen humor.

           Llegado el momento, se dedicó la debida atención a la verdadera protagonista, Helena.  Una gargantilla de Plata con el anagrama de la Comparsa le fue entregada por el Sr. Presidente, quien le dijo que disfrutara de esta distinción tan merecida ya que en su día fue una pequeña Volante y estaba seguro que ahora sería una Gran Dama. Helena se sintió muy alagada devolviendo el cumplido y felicitándose por pertenecer a una familia de tradición tan mirena, y que, con legítimo orgullo,  pondría todo su empeño en representar con garantías dicho cargo.

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Sábado 16 de febrero. Excelente noche y un gran ambiente en la CENA DE HERMANDAD donde se notó el toque personal de Cecilia Requena Requena, ejercería de presentadora de un acto que comenzó con la bienvenida a los asistentes a compartir el ambiente maravilloso de la fiesta. Disfrutamos de las extraordinarias imágenes de las Fiestas de 2007, alusivos a los actos del primer Centenario de la Comparsa de Mirenos, donde quedaría de manifiesto la buena relación existente con las demás entidades, constatando de esa manera su popularidad y categoría.

          <tampoco faltó elcaluroso homenaje de despedida a la Capitanía 2007 y mucha expectación ante la presentación de la Capitanía de 2008. Llamó poderosamente la atención la belleza y simpatía de la jovencísima Elena Trespalacios Cantos, flamante Dama de la Comparsa de Mirenos; carácter y personalidad a raudales el de esta mirena, que se nos presentó con unas ganas de fiestas que contagiaba. En el transcurso de la noche, El Sr. Presidente entregó una placa con el escudo de oro a los arquitectos Juan y Francisco Marco Albero, como una manifestación de afecto y agradecimiento, caracterizado por la eficiencia en un proyecto decididamente transformador y el definitivo avance en las obras de la Sede Social de la Comparsa.

         Por ultimo, fin de fiesta amenizado por la gran orquesta Malibú, Barra Libre y mucho trabajo para las esforzadas chicas que la regentaban, ya que no daban abasto a las exigentes peticiones de los incondicionales

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Sábado 5 de julio. ELECCIÓN DE REINA. En la Plaza de Toros las Arenas. Salió elegida Reina de Las Fiestas de 2008, la Srta. Laura Mollá Solbes, Dama de Honor de la Comparsa de Guerreros.

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Domingo 3 de agosto. Era una tarde de verano con el local de los Caracolillos de enhorabuena. Dentro de las diversas de formas en que se nos puede manifestar la Fiesta, hay una que es fundamental, el mantenimiento de la ilusión con la que queramos vivirla, y es obvio que los mirenos lo hacemos a lo grande, aunque la Calle Nueva se quedara pequeña ante el gentío que quiso acompañar a la Comparsa de Mirenos y al mismo tiempo poder contemplar a los nuevos cargos de su flamante Capitanía a su visita anual hacia el Santuario de la Virgen de Gracia, en su segundo domingo de NOVENA.

           El monolito se quedaría pequeño en una tarde de recuerdos para los que ya no están, momentos después, tras la oración, alegría por lo que tenía que venir, que era mucho e importante, con  marchas y pasodobles al viento constituyendo un pasacalle sin igual. Ya en Sede Social, se atendería debidamente a cuantos se congratularon con nosotros aquella tarde de verano.                

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Día 30 de agosto. Cena de la Capitanía de 2008. Las fiestas tienen para todos motivos de especial emotividad y es propicia a la práctica de la convivencia, y más si se cuenta con una Capitanía convertida en pieza necesaria en el engranaje de la felicidad de cuantos le rodean compartiendo junto los momentos íntimos de la previa a las fiestas.      

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Día 4. Cena de Sobaquillo. Con mayor resonancia cada año, un agasajo de puertas abiertas en nuestra sede para asentar lazos de unión entre comparsas y entablar nuevas amistades y así compartir nuestro sentir festero. Guapa y decidida apareció en el escenario la Srta. Raquel Cantero Parra que nos sorprendió gratamente en su faceta de presentadora. Asistieron a la cena más seiscientos comensales, según algunos  más de lo permitido en el aforo.

           En el transcurso de la velada y como viene siendo habitual, se homenajeó a los Volantes mas antiguos. Mª José Requena Cantos y Andrés García Requena ostentaron dicho cargo en 1980; y Joaquín y Mª Gracia Requena Requena en 1981.

          Mª José, siempre recordará la muñeca que le regalaron, era más grande que ella. Y un Andrés revoltoso que se pasó las fiestas a base de sobres de azúcar y caramelos. Por su parte Joaquín, al primer disparo, se subió por las escaleras de su casa, mientras que Mª Gracia, sentía nostalgia de los ensayos con Pedro el Sargento, una institución y siempre recordado por todos. El Sr. Presidente, con el cariño que le caracteriza, regaló navajas, abanicos y flores a los homenajeados.

          También se rifó el traje de mireno donado por los hermanos Llorens, y cuyo agraciado fue Francisco J. Torres Gil, nuestro Tesorero, que recibiría abrazos y felicitaciones por doquier.

         No faltaron las emocionadas palabras de agradecimiento a Miguel Bañón Villaescusa, por el regalo a la Comparsa de un estupendo pasodoble. Antonio Amorós, destacó las cualidades de Miguel como directivo, catalogándolo como imprescindible en la difícil tarea de negociar los contratos con las distintas bandas que nos visitan. Flores para su esposa Inma con un salón a rebosar y Mirenos de Caudete como pieza fundamental de la noche.

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Día 5. Por fin, sale a la calle todo el colectivo festero, parecía que no iba a llegar nunca.  Las felicitaciones a las Capitanías, el sentido Pregón de Ambrosio Sánchez y los emotivos compases de El Caudetano marcaron el pistoletazo de salida a unas intensísimas fiestas.

          Siendo las 12`5 minutos, con todo el mundo impaciente salía el Farol de los Mirenos desde su Capitanía más puntual que nunca, llegado a la altura del bar La Torre, se dejó paso al Farol de los Guerreros para así marchar como una exhalación hacia la Plaza donde dio comienzo la Retreta.

          Pañolada verde y un mar de farolillos dieron luz y color a este multitudinario acto. Una arropada Capitanía se arremolinaba en torno al Farol al ritmo incesante de la música. Imposible dar un paso atrás, ¡nos arroyará la marabunta! Muchos fueron los incondicionales que bailaron el Farol, hasta los más pequeños de la casa, como Manuel y Regina, Volantes de 2007.

         Las fiestas habían comenzado y no las detendría nadie hasta la Traca final.

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Día 6. PASEO DE VOLANTES. En esta mañana soleada, saltaba oficialmente a la palestra un singular personaje entroncado en la soldadesca de la fiesta desde sus comienzos y por consiguiente uno de nuestros reclamos más importantes, el Volante. A las 11:30 h. Los Volantes de las cinco Comparsas se concentraban en el Ayuntamiento, punto de partida en un marco incomparable para una mañana de pasacalle.

          Mañana sin igual para una Paula de fantasía en imparable dinamismo que no cesa  y mientras, el Sol transita reflejando su imprescindible estampa.

          Son momentos entrañables. Paseo de la familia en complicidad con Paula en el que se olvidan penas y frustraciones a cambio de disfrutar en sintonía con nuestros amigos, y de ensanchar nuestro círculo de afectos y simpatía.

          En la agenda intima de algunos, quedará grabada para siempre un 6 de septiembre de 2008.  

 

          Entre nubes y claros se dirigía esa tarde la Capitanía de la Comparsa de Mirenos, a su cita anual, y arropada como nunca hacia la C/ S. Jaime, donde daría comienzo el desfile de la ENTRADA.

          Con el sentido del compromiso inquebrantable y ese espíritu decidido y audaz al que nos tiene acostumbrado esta singular Comparsa, comenzaba el ansiado desfile con el entorno desdibujándose por momentos con tonos borrosos amenazantes lluvia. Abriría el desfile, junto al Sargento un Volante de fantasía que encandilaba al público y a continuación la suntuosidad de un boato lujo para la calesa del Capitán. Daviña, escenificó en Caudete con un cortejo de la compañía de Danza del Valet Nacional de España, dejando en la trayectoria su impronta artística transformada en felicitaciones.

          La tromba de agua no fue motivo suficiente para hacer abandonar a las sufridas Escuadras de las Comparsa de Mirenos. El desfile brilló como nunca.

          Muchas gracias y felicidades a todas por su ejemplar comportamiento desfilando de principio a fin con su característica generosidad, contribuyendo a la noche mágica del día seis en otro acontecimiento para enmarcar.    

          Damos la más calurosa bienvenida a Mascarát, una sorprendente escuadra infantil de reciente creación y esperanza de nuestra fiesta que se ganó el cariño de un público entusiasta. y a esas dos carrozas repletas de niños que nos sorprendió a todos.

          En un manto de agua llegaba el Estandarte y su elegante representación                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          recibidos con un caluroso aplauso que se prolongaría de manera sorprendente ante el saludo al Capitán. Lágrimas incontenibles, alegría, y abrazos por doquier, se había cumplido con creces, sin importar la lluvia, hasta los más pequeños siguieron el ejemplar comportamiento de su Volante. Una vez más inmersos en otra gesta importante. Es el espectáculo permanente de una entidad líder en el entramado de la fiesta y una Capitanía comprometida y ejemplar en aquella tarde noche difícil de olvidar.

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         Día 7. Se produce la primera manifestación festera con presencia física de la Virgen. Un buen día, una bocanada de aire fresco, el trabuco al hombro y a la Cruz. El lejano horizonte, funde en un solo color el cielo y la luz comienza a cambiar a lo largo de un día que se nos presenta intenso. Comparsas, acompañamiento y arcabucería se  aprestan para recibir a la sagrada imagen y envolverla con su manto de pólvora. Estandarte, Banderas y caprichos de Volantes difuminando sus movimientos en esa neblina abigarrada con los colores de la fiesta. Y al paso de la Virgen de Gracia y su eterno mecimiento, el ímpetu renovado, y el delirio de un pueblo que ofrenda así su pleitesía.

         Con las notas de una marcha procesional perdiéndose en la lejanía, el tremendo disparo del Capitán de los Mirenos, nos acercaría a los débiles movimientos de un Volante decididamente motivado bajo la atenta mirada de nuestro buen Sargento. Paula quiso regalar esa luminosa mañana una Rueda de Gala a la Virgen tan impecable que nos enamoró a todos. Es obvio que belleza brota del pasado y no necesita justificación.

         A continuación, cincuenta parejas de mirenos/as se dejaron sentir disparando hacia la Parroquia, no sin antes hacerse un poco los remolones retrasando el último tiro ante el Capitán.

 

         Almuerzo especial y multitudinario en esta preciosa mañana en los locales de la   Comparsa para tiradores y acompañantes- Quien no ha ido no sabe lo que se pierde. Ninguna Comparsa de Caudete tiene este acto. Es parecido a los almuerzos que se celebraban el día 3 de septiembre preparativos del Centenario pero con más mirenos.

         La entrada de la Capitanía resultó apoteótica, siendo coreada por el público puesto en pié que abarrotaba el salón.

          

         18 horas. Sin lugar a dudas llegaba uno de los momentos más esperados. LAS GUERRILLAS. Impresionante combate entre el bando moro y cristiano preámbulo del primer día de Embajada. Fuerte encontronazo en la Plaza del Carmen del Capitán y Portaestandarte de los Mirenos con los Capitanes Moro y Tarik y como consecuencia turbantes y calañeses rodando por los suelos. A continuación una partida de bandoleros con signos claros de la batalla entraría por los Arcos de la Lonja junto al Capitán dando lucida escolta a Mireno en tarde memorable.

 

          Y llegada la noche, OFRENDA FLORAL de toda una ciudad a su Patrona con los mirenos marcando la diferencia, como no podía ser de otra manera. Infinidad de espectadores  se agolpaban por el itinerario fijado para no perderse ni un solo instante de tan señorial momento. Mucha marcha entre el Sargento y el Volante, perfume de flores, música y fantasía en una noche que se vestía gala. Bonitos pasodobles para una Comparsa que transita con toda la vitalidad ornamental y propagandística de la que hace gala en los momentos importantes.

         Bandera y bloques de cincuenta músicos, uniformidad en las bandas y variedad de pasodobles. Un lujo para la vista. Con La Unión Musical de Petrel, marchando a los sones de Ateneo Musical y Evocación; la de Virgen del Remedio con Sueños Festeros y El Caudetano, y al final, La Oficial de Montesa, interpretando Operador y Segrelles.

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Día 8. Día grande en Caudete que  sabe a historia y tradición forjada a través de  siglos.

         A las 10 horas, la Capitanía de los Mirenos, acudió presta a felicitar a la Virgen en su Onomástica. Terminada la Homilía, un potente Sol se dejó caer con violencia siguiendo a la comparsa hacia la Residencia de San Juan Bautista con la intención de compartir unos momentos de fiesta con todos sus residentes. Flores, tartas, un elegante rueda en el rellano de la escalera junto al Estandarte con un formidable ambiente entre los dieciséis mirenos que arroparon a la Capitanía en el día grande de la fiesta.

 

        Al filo de las 17 horas, Guerrillas desde las puertas de Valencia entre moros y cristianos que llevarían la Fiesta al Castillo con José Luis como orgulloso Sargento de la Comparsa de Mirenos.

         Terminada la Embajada, Solemne Procesión desde tiempo inmemorial marcada por generaciones de caudetanos, donde tan solo las marchas procesionales y los sonidos contundentes parecen atreverse a conversas con la Imagen, en un diálogo al que asiste impertérrito el espectador. Sería como siempre el momento cumbre de la fiesta; Donde los cánticos y ruedos de banderas están a la orden del día y emergen las Comparsas durante más de cinco horas; donde el Capitán y noventa mirenos/as calentaron el recorrido a base de trabucazos y donde la Virgen se retira mas tarde que en ningún sitio.

           Bajo la atenta mirada de la Virgen y las puertas de la Iglesia de par en par, el Capitán de los mirenos, autorizaba al Volante a iniciar su segunda rueda de gala. Son momentos trascendentales en que el aire se serena y se viste de hermosura ante las sutilezas de Paula. Son valores característicos que se mantienen sólidos y se transmite con expresiva pasión. Con una fantasía pirotécnica, entraba de madrugada la imagen patronal por la puerta principal del templo parroquial.

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Día 9. Tras los estrenos de Mirena, Fanfarria para un Centenario, Los Soreles y Mi Monolín, otro nuevo pasodoble irrumpe con fuerza en nuestro rico y ya amplio patrimonio musical -Paquita Cantos- Y con sus alegres notas interpretadas por la Banda Oficial entraría el Estandarte junto a la Capitanía en pleno en el interior de la Sede.    Toda una explosión creativa que la concurrencia puesta en pié aplaudió a rabiar.

 

        En una tarde espléndida, música y pasodoble español para una Comparsa castiza donde las hallan. Nada como extender la música a la calle para fomentar la participación.

         Siendo las 17:30 h., salía La Comparsa de Mirenos desde la C/ Deán Martínez (local de los caracolillos) en dirección a su flamante Sede para dar la Enhorabuena a la que será la Capitanía de 2009, cargo que la ostentarán las familias Lucas Del Valle y Cantos Azorín.

         Nueva imagen y momentos entrañables y protagonismo para dos familias que irrumpen con ilusión en la fiesta, rodeándose de familiares y amigos en un ambiente propicio para opinar en relación a cualquier cuestión sobre la misma. Estrenar siempre lleva implícito la ilusión de la novedad.

  

          DESFILE DE LA ENHORABUENA. Con luz tenue y el orden inverso al de la Entrada, dio comienzo con puntualidad el desfile de la Enhorabuena. El color de los trajes, el sonido de los pasodobles….todo apuntaba a que la noche sería espectacular. Los mirenos pusieron de manifiesto todo lo que podían ofrecer. La Comparsa dejó constancia una vez más del potencial humano que atesora, impregnando de música y color todo el recorrido. Abrirían el desfile la capitanía de 2008 seguida de la de 2009.

          Capitanías y Escuadras fueron coreadas con pasión y entusiasmo por todo el  público asistente. La zona estrecha del mercado sigue siendo un peligro, puesto que al Volante hubo que escoltarlo. El Estandarte y sus acompañantes no tuvieron problemas gracias a la pericia y al riesgo de los organizadores. Resultó que se alargara el recorrido del desfile, aunque puestos a eso podía haberse llevado hasta el final de la calle, y una vez allí, todos a la Capitanía. Con el Estandarte mas alto que nunca portado por Antonio Tomás Cantos se llegó al saludo referencial al Capitán que aguardaba impaciente ese momento tan sentido y con tanto decoro ejecutado. Momento importante impregnado de emoción que no pasó desapercibido a las Escuadras que arropaban el acto en otra apacible noche que la sensibilidad de los caudetanos supieron apreciar.

         Terminaba este apretado día entre la humareda policroma de los destellos de  unos fuegos en homenaje a las familias que asumirán las Capitanías de 2009.

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         Día 10. Diana al amanecer, y muchos mirenos a la salida de Misa, que no se quisieron perder una buena mañana de tiros. Tras el agasajo en el Ayuntamiento por el alcalde Vicente Sánchez y la concejala Isabel Mª a todas las Capitanías, la Comparsa de Mirenos marchó decidida con el ánimo de posar para la posteridad en la tradicional Foto Oficial. La Marcha Real a la entrada del Estandarte ponía fin a la última mañana fiestas.

 

           Y por la tarde, adiós a la Virgen y a las Fiestas. Procesión de despedida a la Virgen hacia el Santuario. Esa tarde, la pólvora y la música renovaban de nuevo su alianza festera. Tronaron los trabucos y Paula regalaba su última Rueda a la Virgen.

         Nadie se quiso perder el trascendental momento en que la inspiración brota  delicada en imperecedera armonía. Con la Virgen en la explanada se procedió al  ruedo de banderas y al traspaso de cargos para el año siguiente. Gracia María, recogió el Estandarte de Antonio. José Pablo, recibió la Vara de Volante de Paula. Y a Mª Cristina, le entregó Puñal de Capitán, José Luis.

         Tres horas después entró el Estandarte en la sede con la sonora soberbia de los trabucazos y la Capitanía de 2009 ejerciendo como tal mientras que la de 2008 se encontraba feliz por el deber cumplido. Ahora, el descanso se torna particularmente necesario dado el grado de intensidad que han alcanzado las fiestas.

          Pero se hará realidad otra, nos envolverá el perfume vitalista, un aliento entrañable de algo heredado y bueno.

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          De manera brillante, la Comparsa de Mirenos terminaba su andadura en el ámbito de la Fiesta ensimismada de sus peculiares rasgos de identidad, preservando intacto el legado de las más bellas tradiciones. Todo un canto a la historia que nos enseña a caminar hacia el futuro.

 

                                                                                    José Sarria Martí