Crónica de Fiestas 2011

CRONICA FIESTAS 2011
Las Fiestas de Moros y Cristianos de Caudete, además de cumplir la necesaria función festiva habitual en este tipo de celebraciones anuales, también realiza una labor de difusión de un patrimonio histórico verdaderamente encomiable y un sentimiento de la hospitalidad que le ennoblece. Es a todas luces la cultura de un pueblo bien representada.
Lunes 5: Con el Pregón, esta vez a cargo Vicente Lillo López, comenzaban las Fiestas. En una dialéctica clara y concisa ensalzó las fiestas desde todas las caras de un prisma de ilusiones y hasta de nostalgias, cuando la fiesta llega a ser un punto referencial en la historia de la ciudad y en la íntima de la vida familiar. A continuación, y a petición del ilustre pregonero sonaría el Caudetano dándole al ambiente festivo su auténtico sabor.
Momentos después, la fiesta volvería a la misma plaza con los Faroles de la Retreta irrumpiendo en su incomparable marco, desbordando las previsiones de participación en un ambiente multicolor.
Siguiendo el orden cronológico, sería el Capitán de los mirenos, Juan Sánchez Amorós, quien levantara el Farol entre un mar de azul turquesa y marchara como una exhalación enfilando  las calles al calor de una capitanía totalmente comprometida. Son cosas que se hacen o que se tienen que hacer en septiembre, en su primer día de fiesta, la silueta del farol en el escenario adecuado, con los amigos de siempre. La fiesta está en marcha, y cobra valor ese espectáculo tradicional y entrañable que nunca perderá su encanto.

Martes 6: Para hacer más grato el Paseo, el día amaneció limpio y soleado para unos protagonistas de excepción ajenos a cualquier
cansancio. Contrastaba la felicidad de las familias y la satisfacción de los mayores en permanente armonía con unos emocionados volantes que pasearon sus caprichosas formas en un recorrido largo, cuando los actos no habían hecho más que empezar.
Uno de esos volantes era el de la Comparsa de Mirenos,  de nombre Esther, que finalizado el paseo divulgó a los cuatro vientos a través de los medios que tenía un sueño “hacer la rueda a  la Virgen”.
Instantes después, los actos protocolarios del medio día, se vivieron con mucha expectación por un público ansioso de fiesta.. Sonó el Himno a las Colonias, rezamos el Ángelus, se izaron banderas, cantaron la Marsellesa y se aplaudió el Himno Nacional, mientras el sol caía a plomo interpretando su parte de partitura. Después, la traca nos conduciría de inmediato hacia una sonora mascletá.
Por fin llega el desfile de la Entrada, que comenzó puntual y acabó a las 9`20 horas. Fiesta a lo grande donde la banda Unión Musical Santa Cecilia, Reina de fiestas y corte de honor   encabezarían el desfile. Donde las Comparsas sacarían todo su potencial y los Mirenos volverían a brillar en uno de los momentos más esperados por los festeros. Se lució la Capitanía y se divirtió el respetable. Es que siete bandas de música, veintidós escuadras especiales en su genuina indumentaria al son del pasodoble dan mucho de sí, es un espectáculo inigualable. De nuevo nos rendimos a su encanto en un juego sentimental que enamora y nunca se acaba.
Embellecieron el desfile desarrollando sus más variadas fantasías, dos estupendos ballets, una carroza repleta de futuro y  los Calañeses al final como escuadra invitada. Juan Sánchez León portando al Estandarte, pondría broche de oro a un día intenso.
Miércoles 7: Todo comenzaría con el silencio de la mañana provocando la inquietud del momento, en este día, se ve cumplida la tradición, los herederos de aquellos que juraron traer  en procesión a la Patrona hasta la villa, cumplen con todo respeto tan privilegiado requisito.
Con la Virgen en la Cruz se rodaron las banderas, de nuevo   pólvora y música en estrecha colaboración a una mañana especial. Siguiendo el orden establecido, serían los Guerreros los primeros en iniciar el recorrido, para que a continuación, tras sus últimos compases, esa sintonía entre disparos y música pareciera detenerse, era el momento en que los Mirenos tomaron posiciones para que Esther realizara la Rueda de Gala. Nostalgia dulce y sueños cumplidos de un volante encantador transmitiendo sensaciones en el momento más singular, donde el tiempo se detiene y todo es emoción. Afloraron los sentimientos en la mañana mágica con los mirenos emprendiéndola a tiros hacia la villa, para finalizar con un almuerzo de reserva de lo más festero en el magnífico local de la comparsa.
Siendo las 18 horas y como tradicional en el marco que le corresponde, se celebró el primer día de Embajada con la toma del castillo por el bando moro. Como preámbulo a este acto, las guerrillas, que desde un tiempo a esta parte se han convertido en la gran atracción para los que gustan de los tiros. Con las huellas de la refriega en sus rostros, lucida escolta de los Caliqueños a los símbolos Mirenos en su entrada al castillo, haciéndose participes de tan especial momento.
Se puede honrar a la Patrona en muchos momentos y maneras, pero es evidente que en los días de fiestas se nos brinda una ocasión excepcional. Sin tiempo que perder, marchó la Comparsa a las Puertas de Valencia donde daría comienzo una  Ofrenda por todo lo alto. Donde todo gira en torno a la Virgen. Grandioso acto con masiva participación de los mirenos y mirenas en su indumentaria original acompañando a sus máximos representantes. Tres importantes bandas condensando momentos de buena música a los acordes de Pasodoble Mireno y el Caudetano que una vez más nos dejaba en situación privilegiada. El público abarrotaba las calles desde el mismo inicio del recorrido.
Jueves 8: Amaneció radiante, no podía ser de otra manera. Es el día grande de la fiesta. Con la Virgen en lugar destacado presidiendo en su onomástica y el grupo Fiadora amenizando el acto litúrgico en su octavo día de novena. La mañana continuará con el ruedo de banderas de las comparsas y sonarán los disparos hacia las respectivas capitanías.
Por la tarde, desde las Puertas de Valencia, se llevaron a cabo las últimas guerrillas. Como el día anterior, fueron muchos los que se acercaron hasta la Plaza del Carmen a saborear las salvas más espectaculares y presenciar la victoria del bando cristiano en el segundo día de Embajada. Historia, cultura y tradiciones para descubrir y sentir reflejadas a través de la fiesta.
Sin apenas descanso, daba comienzo una Procesión de rancio abolengo y tradicional donde las hayan. Así lo vienen haciendo generaciones de caudetanos desde hace siglos. Calles y plazas engalanadas, disparos, ruedo de banderas y volantes inmaculados en honor a la Patrona, que un año más, se paseaba por las calles de Caudete en loor de multitud. Segunda rueda de gala de Esther y una Capitanía que se lució como nunca, así como los ochenta mirenos que acudieron a tan importante efeméride.

Viernes 9: En una mañana limpia y soleada nos visitaba el obispo de la diócesis para presidir las celebraciones de la novena y la eucaristía en honor a nuestra Señora. Le esperaban los cargos de las comparsas junto a un nutrido grupo de festeros, autoridades y pueblo en general. Tras los saludos de rigor marcharon hacia Santa Catalina para celebrar la homilía y el último día de novena.
Tras la salida de misa, los mirenos en estrecha vinculación con la capitanía, nos dejaban el característico olor a pólvora de las buenas  mañanas de tiros.
Se completaron los Episodios con el Tercer y último día, marcado con la expulsión del moro, hallazgo de la Virgen y San Blas y voto de juramento. Duelos apasionantes y despedidas sentidas nos han dejado huella en tres actos transcendentales en que ningún caudetano que se precie puede perderse.
Por la tarde, la Enhorabuena marcaba el relevo de cargos. Arrancó la Comparsa encabezada por la Capitanía hacia la sede social a dar la enhorabuena a los cargos oficiales que nos representarán en las fiestas de 2012. Allí esperaban las familias Amorós-Úbeda y Gil-Amorós con un estado de ánimo que  contagiaba. Tardes abandonados al sosiego y a la felicidad. Una estampa invariable en el tiempo que a todos nos satisface y que nos permite ofrecer lo mejor de nosotros mismos.
A las 21 horas, daba comienzo el desfile de la Enhorabuena con todos los factores favorables para el lucimiento, sobre todo, por la novedad del cambio de recorrido tantos años demandado por los festeros. Transitaría el gran desfile, por las calles de la Zafra, Alcalde Luis Pascual y el Molino, con lo cual, el eterno problema de la seguridad y el gamberrismo por las estrecheces quedaba solucionado. Con el orden inverso al anterior desfile, la Comparsa de Mirenos volvía a sacar todo su potencial. Mejor escolta imposible para las capitanías de 2011-2012 que abrieron el desfile entre Destellos y Cortejos Mirenos, De nuevo se alzó victorioso el pasodoble en su etapa más floreciente. Magníficos cabos, brillantes escuadras, vistosos ballet, son la valiosa aportación de la comparsa en los momentos importantes. El toque de distinción y elegancia de nuestra Dama, Isabel Mª junto al Estandarte dieron vistosidad al puntual compromiso de la noche. Tras su finalización, se procedió al disparo de un gran castillo de fuegos.

Sábado 10: Con las primeras luces del alba de un día de verano, la Diana de los mirenos anunciaba el último día de fiestas. A la salida de Misa, las comparsas marcharon hacia el Ayuntamiento, donde la banda oficial de la Comparsa de Mirenos, interpretaría el Himno Nacional para el ruedo de banderas. Seguidamente, veinte parejas de mirenos calentaron sus trabucos rumbo hacia la Capitanía donde una poderosa salva anunciaba el momento de perpetuarse en la foto oficial.
Siendo las 17 horas, daba comienzo la Solemne Procesión de la Virgen hacia el santuario, siendo una vez más objeto de fervorosos homenajes con canticos de despedida.
El cambio de cargos, ha llegado a convertirse en un acto trascendental y único, donde la explanada se queda pequeña ante tantos sentimientos, promesas cumplidas y lágrimas que embellecen a todos por igual. Tras la tramitación de cargos, y el saludo de las comparsas, la Virgen marchaba a su camarín cumpliendo así con unos de los legados centenarios.
Más tarde, sería una contundente salva la que premiaba el final de las fiestas mientras una nueva Capitanía entraba triunfal en la sede con todas sus ilusiones por en el año venidero.
Felicidades a la Capitanía de 2011, por su saber estar y por la ilusión puestas en el desarrollo de sus múltiples funciones representando a la comparsa. Estamos seguros que lo vivido ahora, les quedará en la memoria y siempre verán la fiesta como si fueran suya.
En cuanto a la Capitanía de 2012 le damos la más cordial bienvenida y la animamos a que luzcan con orgullo tan hermoso protagonismo, seguro que experiencia no les va a faltar en tan entrañable aventura.
Fruto de una tradición cultural festiva y dadas las incomparables singularidades de esta Comparsa deseamos se disfrute en su contemplación como patrimonio que le pertenece, manteniendo en todo momento sus principios de convocatoria festera. Apostamos cada año por la diversión, por el disfrute de unos días especiales de expansión y amistad, ya que en el balance final, los datos más sobresalientes tienen que cuadrar, y te das cuenta de lo que se puede encontrar en este maravilloso y mágico mundo de las fiestas.

JOSE SARRIA MARTI

 

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